Reflexiones del poema
Hermano, tú que tienes la luz, dime la mía.
Soy como un ciego. Voy sin rumbo y ando a tientas.
Voy bajo tempestades y tormentas
ciego de sueño y loco de armonía.
Ése es mi mal. Soñar. La poesía
es la camisa férrea de mil puntas cruentas
que llevo sobre el alma. Las espinas sangrientas
dejan caer las gotas de mi melancolía.
Y así voy, ciego y loco, por este mundo amargo;
a veces me parece que el camino es muy largo,
y a veces que es muy corto…
Y en este titubeo de aliento y agonía,
cargo lleno de penas lo que apenas soporto.
¿No oyes caer las gotas de mi melancolía?
Melancolía
es el vigésimo quinto poema del libro cantos de vida y esperanza y otros
poemas, del poeta nicaragüense Rubén Darío, máximo líder del
movimiento modernista en Hispanoamérica.
En el plano semántico se encuentran las diferentes figuras retóricas, por ejemplo: símil, metáfora, paralelismo, personificación, antítesis, sinestesia y preguntas retóricas.
Desde el título su sola enunciación nos da la sensación de fatiga y cansancio. El tema del poema es clamor pidiendo ayuda, el yo lírico ruego al apostrofe lirico, quizás a Domingo Bolívar a quien se dedica esta pieza lírica, que le ayude a encontrar la luz, ya que se compara con un no vidente <soy como un ciego. Voy sin rumbo y ando a tientas>. Las tempestades y tormentas son metáforas de los agobios de la vida misma.
El yo lírico se siente abatido, pero es hasta el segundo soneto donde nos damos cuenta de la raíz de su mal: Soñar. Es decir, el yo lírico presenta rasgos de ser una persona excesivamente soñadora, su percepción de la realidad está ligada a sus anhelos, conocido como nefelibata, obviamente al no cumplirse sus sueños sufre por la dicotomía entre sus deseos y la realidad, además confiesa que la poesía es su único enganche, esto lo expresa a través de la siguiente metáfora <es la camisa férrea de mil puntas cruentas>, también encontramos una referencia religiosa <las espinas sangrientas> el padecimiento del yo lírico lo asemeja al calvario de Jesucristo, es decir revela una cosmovisión lúgubre de la vida, la existencia como un martirio, y lo contradictoria que es, mediante el uso de la antítesis plasma su percepción de la existencia <me parece muy larga y a veces corta…>también refleja incertidumbre, luego enfatiza mediante la siguiente frase <mundo amargo> la vida como resultado de dolores. El yo lírico finaliza con una pregunta retórica ¿no oyes caer las gotas de mi melancolía?
Desde
mi punto de vista, creo que el yo lirico finaliza con esa pregunta retórica
porque le pregunta directamente, al apóstrofe lírico acaso mi sufrimiento no es
evidente, después de confesarle sus temores y dolores, espera que le ayude a
alcanzar la luz. ¿pero qué es la luz? Particularmente, la vinculó con paz,
tranquilidad o la misma libertad. Por otra parte, creo que Darío le dedicó este
poema a su amigo pintor recientemente fallecido porque este al fin encontró su
luz, es decir, la muerte es vista como una liberación.
Desde el punto de vista formal de su estética, Darío
evoluciona magistralmente, dejando atrás el verso azul y la canción profana
enfocándose en temas más sensible que reflejan su condición humana, es en esta
etapa donde muestra su vulnerabilidad, a la misma vez es un acto confesional,
aunque con una visión pesimista, pero es un sentimiento universal.
¿Quién en un algún momento no se ha cuestionado su fragmento de vida ?
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